¿Por qué la Basura es un problema a nivel mundial?
Más del 50% de la población mundial no tiene acceso a servicios de gestión de residuos: esto significa que no pasa un camión que recolecte su basura, que no cuentan con un sitio de disposición final autorizado, o ambas. Durante un largo periodo el único tratamiento que se dispensó a los residuos urbanos fue su recogida y posterior traslado a determinados puntos más o menos alejados de los núcleos habitados donde se depositaban para que la mera acción de los organismos vivos y los elementos favoreciesen su desaparición. Mientras en su composición predominaron las materias orgánicas y los materiales de origen natural (cerámica, tejidos naturales, vidrio, etc), y las cantidades vertidas se mantuvieron en niveles pequeños, no supusieron mayor problema
La crisis ambiental tiene varios factores que influyen en su denominación: el crecimiento demográfico, junto con una población que consume cada vez más productos, los cuales tienen cada vez más empaques ha generados una grave crisis debido a que los espacios destinados al depósito final como rellenos sanitarios no dan abasto. Además, las campañas de reciclaje no necesariamente son las más efectivas, especialmente si consideramos que siempre se debe priorizar la reutilización y la reducción.
Crisis ambiental: Los humanos hemos generado 8.300 millones de toneladas de plástico. De esta enorme cantidad, apenas el nueve por ciento ha sido reciclado, mientras que el 80 por ciento ha terminado en el medioambiente.
Existen problemas que han aumentado la cantidad de basura que se genera, los cuales que la modernidad y el avance de la tecnología ha traído:
Urbanización: Existe una interacción entre las poblaciones urbanas y su medio ambiente. La gente cambia el medio ambiente a través del consumo de alimentos, energía, agua y el uso de la tierra, y a su vez la contaminación ecológica urbana afecta la salud y la calidad de vida de las poblaciones en las ciudades. El aumento en la densidad poblacional de las ciudades puede generar la formación de basurales a cielo abierto en algunas comunidades, los cuales se convierten en focos de infección que amenazan su salud, además de generar mal aspecto a la comunidad. Las personas que viven en zonas urbanas tienen un perfil de consumo muy diferente al de los residentes de áreas rurales. Por ejemplo, las poblaciones urbanas consumen mucha más comida, energía y bienes duraderos que las poblaciones rurales, lo que significa una presión al medioambiente, considerando que en 1800 la población urbana era del 2% y para el 2000 superaba el 50%
Industrialización: el desarrollo económico, la industrialización y la implantación de modelos económicos que basan el crecimiento en el aumento sostenido del consumo, han supuesto una variación muy significativa en la composición de los residuos y de las cantidades en que son producidos. Se han incorporado materiales nuevos como los plásticos, de origen sintético, han aumentado su proporción otros como los metales, los derivados de la celulosa o el vidrio, que antes se reutilizaban abundantemente y que ahora se desechan con gran profusión. A esto hay que añadir la aparición en la basura de otros de gran potencial contaminante, como pilas, aceites minerales, lámparas fluorescentes, medicinas caducadas, etc. Ha surgido así una nueva problemática medioambiental derivada de su vertido incontrolado que es causa de graves afecciones ambientales: Contaminación de suelos, Contaminación de acuíferos por lixiviados, Contaminación de las aguas superficiales, Emisión de gases de efecto invernadero fruto de la combustión incontrolada de los materiales allí vertidos, Ocupación incontrolada del territorio generando la destrucción del paisaje y de los espacios naturales. A estas consideraciones tenemos que añadir que la actividad económica humana se basa en la explotación de los recursos naturales.
El consumo de energía y materiales que se utilizan para elaborar envases y productos que después desechamos. Esta energía y estos materiales con frecuencia provienen de recursos que no son renovables, por ejemplo, del petróleo y de minerales. Cuando desechamos lo que consideramos basura, en realidad estamos tirando recursos naturales.
Aumento de la población: Actualmente se produce mucha basura: 1 kilo en promedio por persona al día.La basura se considera uno de los problemas ambientales más grandes de nuestra sociedad. La población y el consumo per cápita crece, y por ende la basura; pero el espacio no y además su tratamiento no es el adecuado. En nuestro país, la población en general no presenta una cultura de interés en el destino de los residuos, la mayor preocupación es la necesidad de contar con un servicio de recolección de los mismos. Una vez que fueron retirados de la vista de los generadores, para muchos ya está resuelto el problema.
Crecimiento económico: Todos los temas antes mencionados han significado un desarrollo económico el cual no necesariamente es respetuoso con el medio ambiente. El crecimiento económico es definido como la capacidad de una economía para producir cada vez más bienes y servicios. Se puede expresar como una expansión de las posibilidades de producción de la economía, es decir, que la economía puede producir más de todo. El crecimiento es el proceso por el cual una economía (nacional, regional, o la economía mundial) se vuelve más rica. El crecimiento económico no necesariamente significa un desarrollo para la sociedad, ya que esto implica la extracción de materias primas. El desarrollo económico puede definirse genéricamente como crecimiento sostenible desde tres puntos de vista: económico, social y medioambiental.
Todo lo anteriormente señalado ha provocado los siguientes problemas ambientales:
La contaminación del agua. El agua superficial se contamina por la basura que se ha tirado en ríos y cañerías. En los lugares donde se concentra basura se filtran líquidos, conocidos como lixiviados, que contaminan el agua del subsuelo. Cabe aclarar que en los rellenos sanitarios los lixiviados no contaminan el agua ni el suelo porque están controlados y debidamente tratados. La descarga de la basura en arroyos y canales o su abandono en las vías públicas, también trae consigo la disminución de los cauces y la obstrucción tanto de estos como de las redes de alcantarillado. En los periodos de lluvias, provoca inundaciones que pueden ocasionar la pérdida de cultivos y de bienes materiales
La contaminación del suelo: La presencia de aceites, grasas, metales pesados y ácidos, entre otros residuos contaminantes, altera las propiedades físicas, químicas y de fertilidad de los suelos.
La contaminación del aire, los residuos sólidos abandonados en los basurales a cielo abierto deterioran la calidad del aire que respiramos, tanto localmente como en los alrededores, a causa de las quemas y los humos, que reducen la visibilidad, y del polvo que levanta el viento en los periodos secos, ya que puede transportar a otros lugares microorganismos nocivos que producen infecciones respiratorias e irritaciones nasales y de los ojos, además de las molestias que dan los olores pestilentes. También, la degradación de la materia orgánica presente en los residuos produce una mezcla de gases conocida como biogás, compuesta fundamentalmente por metano y dióxido de carbono (CH4 y CO2), los cuales son reconocidos gases de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al proceso de cambio climático.
Además de la contaminación del aire, la tierra y el agua; la mala gestión de los residuos tiene efectos perjudiciales para la salud pública (por la contaminación ambiental y por la posible transmisión de enfermedades infecciosas vehiculizadas por los roedores que los habitan) y degradación del medio ambiente en general, además de impactos paisajísticos. Asimismo, la degradación ambiental conlleva costos sociales y económicos tales como la devaluación de propiedades, pérdida de la calidad ambiental y sus efectos en el turismo.
Forma tradicional de ver los residuos
Residuos vs Desechos
Desechos: Los desechos son la parte de la basura que no será reciclada, debido a que carece de utilidad o valor o son productos contaminantes o tóxicos, como ejemplo la basura hospitalaria, la radiactiva y los vertidos y materiales sólidos de las diferentes industrias.
Residuos: Pueden tener una segunda vida, ya sea por otro uso o pasando por un proceso que lo vuelve útiles nuevamente.
Los materiales que encontramos en los rellenos sanitarios perdieron su valor y se convierten en basura, pues al estar mezclados y sucios, es muy complejo volver a procesarlos. Sin embargo, está en nuestras manos la posibilidad de cambiar esta situación.
-Tipos de residuos
Son residuos sólidos que, dadas sus características de no peligrosidad, pueden ser dispuestos en instalaciones destinadas a la disposición final de residuos sólidos domiciliarios. Son residuos sólidos generales asimilables a domiciliarios todos aquellos residuos generados que por sus características físicas, químicas o microbiológicas, pueden ser dispuestos en un relleno sanitario tales como los residuos de preparación y servicio de alimentos, residuos y material de limpieza de pasillos, servicios higiénicos, salas de clases y dependencias administrativas, papeles y materiales de oficina y demás similares a los residuos domiciliarios.
Residuos domiciliarios: residuos resultantes de las actividades diarias de un hogar, que comúnmente se denomina “basura”. Estos incluyen diversos materiales como: papeles y cartones, vidrios, plásticos, restos de alimentos, telas; como también otros de mayor peligrosidad: envases con restos de diluyentes, pinturas, pesticidas e insecticidas de uso casero.
Residuos Sólidos Asimilables a Domiciliarios: Son residuos sólidos que, dadas sus características de no peligrosidad, pueden ser dispuestos en instalaciones destinadas a la disposición final de residuos sólidos domiciliarios. Son residuos sólidos generales asimilables a domiciliarios todos aquellos residuos generados que, por sus características físicas, químicas o microbiológicas, pueden ser dispuestos en un rel leno sanitario tales como los residuos de preparación y servicio de alimentos, residuos y material de limpieza de pasillos, servicios higiénicos, salas de clases y dependencias administrativas, papeles y materiales de oficina y demás similares a los residuos domiciliarios.
Residuos industriales: Está compuesto por cualquier material que sea descartado de un proceso industrial o semi-industrial. No incluye los residuos que resultan de las actividades administrativas o de la preparación de alimentos de un casino de una planta industrial.
Dentro de los residuos que genera la industria es conveniente diferenciar entre:
– Inertes: escombros y materiales similares, en general, no peligrosos para el medio ambiente, aunque algunos procedentes de la minería pueden contener elementos tóxicos.
– Similares a residuos sólidos urbanos: restos de comedores, oficinas, etc.
– Residuos peligrosos: por su composición química u otras características requieren tratamiento especial.
Se puede considerar un residuo industrial peligroso si se trata de materiales sólidos, pastosos, líquidos, así como los gaseosos contenidos en recipientes, que luego de un proceso de producción, transformación, utilización o consumo, su propietario destina a su recuperación o al abandono. La peligrosidad de estos productos radica en que su composición existirían sustancias en cantidades o concentraciones tales que revisten riesgos para la salud y el medio ambiente. Almacenamiento: En primer lugar, para almacenar residuos peligrosos el Sesma establece que se debe conocer la naturaleza del residuo, es decir, saber si se trata de un residuo inflamable, corrosivo, reactivo, tóxico u otro, a objeto de adoptar las medidas de seguridad correspondientes. En general, los residuos peligrosos deben ser envasados en recipientes cerrados y oportunamente etiquetados y el personal que desempeña esta labores debe emplear el equipo de seguridad adecuado. Con el fin de evitar eventuales fugas y derrames en las instalaciones de almacenamiento de Residuos Peligrosos, el Sesma recomienda una inspección periódica de estanques, ductos, válvulas, bodegas y galpones, así como verificar la compatibilidad de los materiales de los recipientes, en que son almacenados los residuos, con el residuo propiamente tal. Asimismo, el Sesma sugiere que los estanques y áreas de almacenamiento estén protegidas contra el tránsito de vehículos (camiones, grúas, horquillas, etc.). Como medida general, los lugares de almacenamiento deben contar con sistemas de ventilación adecuados, desarrollar una inspección permanente de los sistemas de seguridad (válvulas, detectores, etc.) y las señalizaciones y restricciones de acceso deben estar claramente indicadas. Para almacenar Residuos Inflamables se debe prohibir dentro del área de almacenamiento el uso de aparatos, instrumentos o equipos con emisión de chispas, así como su emplazamiento debe estar lejos de fuentes de calor. En el caso de los Residuos Corrosivos las precauciones máximas deben estar orientadas a prevenir derrames y a contar con recipientes herméticos. Los Residuos Reactivos deben ser almacenados en áreas que no sean próximas o estén ubicadas debajo de estanques o redes de agua, así como evitar la existencia de llaves de agua dentro de esta zona. Además, se debe controlar periódicamente el área de almacenamiento en lo relativo a filtraciones de cañerías, estanques, aguas lluvia o subterránea. Como medida preventiva se deben advertir claramente mediante letreros las reacciones peligrosas que pueden originarse si llegan a reaccionar estos residuos. Además de las medidas descritas anteriormente, para almacenar Residuos Tóxicos se debe conocer el nivel de toxicidad de los residuos, dar a conocer al personal involucrado los riesgos relacionados con su labor y disponer de dispositivos y equipos de protección respiratoria.
Alternativa de manejo de residuos
La regla de las tres erres, también conocida como las tres erres de la ecología o simplemente 3R o también las tres erres, es una propuesta sobre hábitos de consumo, popularizada por la organización ecologista Greenpeace, que pretende desarrollar hábitos como el consumo responsable.
Reducir: Si reducimos el problema, disminuimos el impacto en el medio ambiente. Los problemas de concienciación habría que solucionarlos empezando por esta erre. La reducción puede realizarse en dos niveles: reducción del consumo de bienes o de energía. Actualmente la producción de energía produce numerosos desechos (desechos nucleares, dióxido de carbono…). El objetivo sería Reducir o eliminar la cantidad de materiales destinados a un uso único (por ejemplo, los embalajes).
Adaptar los aparatos en función de sus necesidades (por ejemplo, poner lavadoras y lavavajillas llenos y no a media carga). Reducir pérdidas energéticas o de recursos: de agua, desconexión de aparatos eléctricos en modo de espera, conducción eficiente, desconectar transformadores, etc.
Ejemplo: reducir la emisión de gases contaminantes, nocivos o tóxicos evitará la intoxicación animal o vegetal del entorno si llega a cotas no nocivas. Países europeos trabajan con una importante política de la reducción y con el lema: La basura es alimento (para la tierra) producen productos sin contaminantes (100 % biodegradables), para que cuando acabe su vida útil no tenga impacto en el medio o este sea lo más reducido posible.
Reutilizar: la segunda erre más importante, igualmente debido a que también reduce impacto en el medio ambiente, indirectamente. Esta se basa en reutilizar un objeto para darle una segunda vida útil. Todos los materiales o bienes pueden tener más de una vida útil, bien sea reparándolos para un mismo uso o con imaginación para un uso diferente. Ejemplos: utilizar la otra cara de las hojas impresas, rellenar botellas,etc. Las botellas desechables se pueden convertir en ladrillos ecológicos si en su interior se les ponen todas las bolsas de plástico que ya no se usan. Las cajitas o frascos de PVC, metal o plástico se pueden pintar o decorar con técnicas de decoupage y utilizarse nuevamente ahora para guardar distintos elementos. El papel usado se puede transformar en pulpa y crear nuevas hojas para escribir.
Reciclar: Esta es una de las erres más populares debido a que el sistema de consumo actual ha preferido usar envases de materiales reciclables (plásticos y briks, sobre todo), pero no biodegradables. De esta forma se necesita el empleo en mayor forma personal y energía en el proceso. Ejemplo: el vidrio y la mayoría de plásticos se pueden reciclar calentándolos hasta que se funden y dándoles una nueva forma. Es como utilizar algo de su principio, aunque la eficiencia no es del cien por cien en general. En el caso del vidrio en concreto, sí es completamente reciclable: de una botella se podría obtener otra botella.
Reutilización de residuos orgánicos
¿Qué son los residuos orgánicos? Son todo desecho o residuo de origen vegetal y/o animal, que alguna vez estuvo vivo o fue parte de un ser vivo y que es susceptible de degradarse biológicamente. Tal es el caso de las ramas de los árboles, las hojas de los árboles y plantas, las cáscaras de las diferentes frutas y todo residuo que resulte de la elaboración de los alimentos en la casa, en un restaurante, entre otros. Desde una perspectiva de la gestión de residuos domésticos, pueden dividirse en:
- Fracción orgánica (FO): formada por restos de la preparación de la comida o manipulación y elaboración de los productos alimentarios
- Fracción vegetal (FV): formada por restos vegetales de pequeño tamaño y de tipo no leñoso procedentes de jardinería y poda
- Poda: formada por restos vegetales de jardinería y poda de mayor tamaño y de tipo leñoso
Los residuos orgánicos tienen unas propiedades singulares que condicionan la recogida y tratamiento que pueden recibir.
- No es una fracción uniforme: su naturaleza, origen y composición varían según las estaciones
- Elevado contenido de agua (cerca del 80%) y materia orgánica (hidratos de carbono, proteínas y grasas). Degradable por microorganismos. Genera lixiviados y malos olores.
- Tiene una densidad elevada (aproximadamente, 0,3-0,8 t/m3).
Residuos considerados como fracción orgánica:
- Restos de comida y restos de preparación de la comida
- Pieles y restos de fruta y verdura
- Huesos y restos de carne
- Espinas y restos de pescado, así como caparazones y conchas de marisco
- Cáscaras de huevo y pieles y cáscaras de frutos secos
- Restos de comida y comida en mal estado
- Restos de pan
- Poso de café y restos de infusiones
Residuos de papel
- Papel de cocina sucio
- Servilletas de papel sucias
- Pañuelos de papel
Restos vegetales de pequeñas dimensiones
- Ramos marchitos, flores y hojas secas
- Malas hierbas, césped, pequeñas ramas de poda y hojarasca
Materiales compostables
- Bolsas compostables
- Otros materiales compostables
Otros materiales:
- Tapones de corcho
- Serrín
- Astillas y virutas de madera natural
- Excrementos de animales domésticos sin lechos ni arenas absorbentes
- Mondadientes y palos de helado, palillos de comida china o de cocinar pinchos, etc.